El reset después de vacaciones.
Hoy siento que estás vacaciones hice un reset y me siento preparada para volver a empezar. Y pensaba en todos los nuevos comienzos, los que nos marca el calendario y los que no. Parece que el año nuevo es una época de plantearse cosas, también septiembre y el inicio del curso escolar (en el hemisferio norte), el cumpleaños, el inicio de primavera y el cambio de armario.
Todas oportunidades para parar, mirar atrás y adelante y plantearnos qué.
Será que durante el resto del tiempo unx no tiene la calma para mirar alrededor y ver que sí y que no. No hay espacio para la limpieza de primavera, no hay energía para nuevos retos, para cambiar el rumbo de algo que no nos gusta... O simplemente porque hemos decidido que voy por aquí y no me quiero desviar (ni siquiera planteándome algo)
Sea como fuere, parar a mirar nuestra vida como quien mira un paisaje es sano y necesario. Qué hay y que quiero que haya y que puedo hacer yo para ir en esa dirección.
Ir en automático puede ser causa de mucho sufrimiento. Seguramente en nuestra familia hay cosas que se nos ha dicho que han de ser de cierta manera: hay que esforzarse para conseguir un buen trabajo, la familia y la pareja es lo más importante, tener un trabajo fijo, vivir cada día como si fuera el último...
Y luego está el día a día que tampoco suele permitir el espacio necesario para detenernos y mirar: el trabajo, la familia, la casa, la compra, el gym, les amigues... y la creencia que cuanto más ocupadx estoy mejor es mi vida (y ¿quien habrá dicho eso?)
Así que tener espacios de cambio de actividad, en los que parar y mirar puede ayudarnos a ver el paisaje, a reflexionar sobre él. Qué hay en mi vida, qué falta en mi vida y sobretodo: ¿qué quiero yo para mi vida?
Y lo que suele faltar es lo más conectado con el placer propio: descanso, disfrute, tiempo para mi, cuidados, mirarme, tenerme en cuenta.....
Así que ahora que has bajado el ritmo, ahora que has cambiado el escenario ¿qué cosas emergen? ¿qué necesidades detectas?
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