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  • Foto del escritorRebeca Gomez

Miedo al éxito

Post recuperado, escrito en el 2017




Hace unos días leía el artículo “el auto-sabotaje” de Clara con C (no existe ya el link...), y me decía mi misma: “¿cómo que miedo al éxito? “, no lo entendía… miedo al fracaso pues sí, me lo reconozco muy claramente, fobia al fracaso diría yo. Pero el miedo al éxito pues no lo veía…


Hasta que unos días más tarde caí: ¡pues claro que se puede tener miedo al éxito! Y enseguida me vino a la cabeza la frase “si consigues lo que quieres, ¿luego que vas a hacer?”

Y si consigo lo que quiero y tengo éxito no sé a qué voy a dedicar el resto de mi vida, por que mi vida es una lucha contra los elementos y debo luchar mucho para llegar a mi objetivo. Un vez logrado mi objetivo lo único que me queda es vivir y disfrutar de la vida (¡pánico!)


Y si tengo éxito no podré quejarme más, mi vida funcionará a la perfección y no habrá motivo para sentir que el mundo me rechaza, que está contra mi. Me tocará celebrar lo logrado, felicitarme a mi misma, ser feliz, soltar la queja (¡pánico!)


Y si tengo éxito ya no podré decirle a mamá y papá que por su culpa nunca lograré nada. Si tengo éxito no podré culpar a mi pareja de mi fracaso, de mi vida y no podré decirle que me sacrifiqué por él o ella (o por los niños) y que por eso nunca llegué al éxito.


Así que si tengo éxito tendré que celebrar que estoy viva, podré descansar y disfrutar de lo que he logrado, y eso a veces  no es fácil, sobretodo si hemos construido una vida orientada que no ser exitosos, dónde nuestro éxito reside en nunca llegar a él.

No es fácil ver esa faceta nuestra, lo más habitual sería ver como nos alejamos del fracaso. Está más aceptado socialmente que lo que nos de miedo sea fracasar, así que no lo intento por si me sale mal o esto es demasiado difícil para mi, así que no voy ahí.


Aceptar que también hay miedo al éxito es más duro, porque socialmente no está aceptado. Pero sí hay personas que han construido su ser, su vida, su personaje entorno al "no conseguir" Algo así como "pobre de mi que yo no nunca llegaré ahi". Y así pueden quedarse cómodamente en la posición de niñx, víctima, hijx, y nunca adoptar la de adultx.


Como ya dice Clara en su artículo nos ponemos la zancadilla, nos saboteamos para no conseguir lo que queremos y eso lo podemos hacer tanto desde el miedo al fracaso, el miedo al éxito o la desvalorización.


No es fácil ver como nos ponemos la zancadilla, como nos saboteamos, hay que estar atento y a veces no conformarnos con nuestras propias explicaciones. Responsabilizándonos de nuestras acciones podremos ver nuestros sabotajes y nuestros miedos y trabajar en ellos.


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