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Emociones básicas en el cuerpo: Rabia

  • Foto del escritor: Rebeca Gomez
    Rebeca Gomez
  • 11 abr
  • 3 Min. de lectura


Empiezo una sección de emociones básicas y cómo las sentimos en el cuerpo. Creo que es muy útil saber identificar emociones a través de las sensaciones corporales como una manera de apropiarnos de ellas, poder estar en la emoción y no apartarlas o simplemente no sentirlas.

Las emociones básicas son comunes a todos los humanos y a todas las culturas, incluso se ven igualmente reflejadas en gestos o en expresiones faciales.


Para empezar la serie he escogido la rabia, una emoción incómoda y muchas veces censurada en la infancia. Se hace difícil tolerar las rabietas de los niños, gritos, enfados...


La rabia es fuerza, nos prepara para la lucha o huida cuando la situación en la que estamos no nos hace bien. Es la fuerza necesaria para poner límites, por eso muchas veces para decir "no" lo hacemos desde el enfado, gritando o poniendo mala cara. Nos servimos de la fuerza que nos da la rabia para poder poner un límite.

Muchas veces mis clientes me dicen que "ojalá pudiera poner los límites bien" es decir, sin poner malas caras, sin hablar mal, desde la calma. Hay que entender que si nos cuesta poner un límite necesitamos esa fuerza que viene del enfado para poder hacerlo y eso pasa por ser brusco, gritar o poner malas caras.

Esto no quiere decir que podamos hacer daño a otras personas insultando o agrediendo físicamente. Distinguir nuestro enfado nos puede permitir alejarnos de la situación y descargar la rabia en algún lugar donde no haya nadie a quien podamos herir (física o psíquicamente) Por ejemplo, si me noto muy desbordada por el enfado me puedo apartar al balcón o a una habitación y gritar o agitar brazos y piernas para poder descargar esa rabia antes de hablar con otra persona.


¿Dónde se siente la rabia? A nivel físico la rabia se siente en la mandíbula, brazos y piernas. Señales de enfado o rabia contenida pueden ser:

Mandíbula apretada, puños apretados, piernas en tensión como para salir corriendo. También sentir ganas de gritar o de golpear. Tener la necesidad de salir corriendo.


Se puede sentir también a modo de sensación interna en la barriga, por debajo del ombligo. Una sensación incómoda, que si le prestamos atención puede parecer una energía que quiera salir hacia algún sitio.


Todas estas sensaciones física son de ataque o defensa: la fuerza, la energía en brazos y piernas y los gritos. Tu rabia te está defendiendo de algo o alguien. Si la puedes escuchar la podrás canalizar, pero si intentas taparla aparecerá más tarde de otras formas, como cualquier otra emoción contenida. Esas formas pueden ser apatía, tristeza extrema o síntomas como el bruxismo o la inquietud física.


Tapar la rabia requiere de mucha energía, así que es probable que si lo haces habitualmente te sientas con poca energía, con pocas ganas de moverte o hacer cosas e incluso con poca ilusión por la vida en general o proyectos en particular. Las personas que han aprendido a tapar la rabia desde muy pequeñas suelen no sentirla, son personas que afirman que "yo no me enfado nunca" porque la manera más eficiente de contener una emoción es no sentirla.


Estar atentos a las señales físicas nos ayuda a distinguir esas emociones que más nos cuesta exteriorizar, para poder darles un espacio y que no se vuelvan en contra.

 
 
 

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